4. Pequeña propuesta para la enseñanza del inglés en España

 Los españoles hablamos el inglés casi tan mal como los chinos. Al menos, esto dice el EF EPI (English Proficiency Index), un ranking mundial que establece una comparativa entre los países según su dominio de esta lengua que hoy domina interntet y nuestra sociedad global. España se sitúa a la cola de los países que componen la Unión Europea, teniendo esto graves consecuencias en el desarrollo económico de nuestra nación. En la actualidad, esta lengua vehicular actua a modo de piedra Rosetta, si se me permite el símil, a un nivel socio-cultural y económico entre las naciones de todo el globo. Ante la crisis económica que puede identificarse como efecto directo de la pandemia que nos ha sacudido mundialmente, un buen dominio del inglés puede ser para más de un país rezagado el salvoconducto necesario. No obstante, parece que, según el informe EF EPI realizado en 2020, España no puede estar demasiado orgullosa con la formación de población en lo que se refiere al dominio de la susodicha lengua extranjera. Mientras el nivel general del dominio del inglés en Europa aumenta cada año, España se mantiene en el mismo puesto desde hace unos cuantos años. Podemos aventurarnos a decir que, si los españoles contásemos con una formación sólida en esta lengua, quizá nos sería más sencillo superar alguno de los obstáculos económicos que se avecinan. Creo que, llegados a este punto, queda bastante clara mi idea acerca de la importancia de un buen dominio del inglés para nuestra nación. 

Inspirándome ahora tanto en mi experiencia, como en la actividad práctica realizada hoy, 28 de septiembre, en clase, me gustaría proponer algunas ideas en torno a una metodología apropiada para la enseñanza del inglés en nuestros tiempos. Podemos afirmar con poco miedo a equivocarnos que, con la llegada de internet y, por ende, de los millenials, en la actualidad los recursos audiovisuales son infinitos gracias al nacimiento de internet. Por ello, aquí presento mi primera idea, creo que resultaría de gran atractivo para la mayoría de los estudiantes una enseñanza de la lengua extranjera por excelencia a través de una aproximación al arte y a la cultura angloparlante. Por ir al grano, considero que si los alumnos fuesen incentivados a explorar materiales musicales o cinematográficos en inglés, lo tendrían más fácil a la hora de interesarse por esta asignatura en las aulas. Esta propuesta tiene un doble atractivo, ya que no solo estaríamos transmitiendo la lengua a nuestros alumnos, sino que les estaríamos inculcando una riqueza cultural que, a día de hoy, para bien o para mal, domina gran parte de los esquemas de pensamiento occidentales. Enlazo con este punto otra de las utilidades que nos brinda el acceso a internet como lo son las redes sociales. A través de una formación del profesorado de las lenguas extranjeras que conteplara el uso de los medios de comunicación de masas modernos, podrían investigarse nuevos modos de poner en contacto a nuestros alumnos con el mundo angloparlante de una manera mucho más inmediata. Podemos imaginarnos un programa de intercambio de ideas o conversaciones a través de instagram con otros alumnos que sean hablantes nativos del inglés, o incluso la creación de un foro en la red en que cada alumno pudiera expresar todo tipo de inquietudes en inglés.

Parece que podemos concluir que en la fórmula actual que ha de llevarnos a la cima económica con nuestros vecinos europeos no puede dejar de lado dos realidades globales que nos imponen los tiempos actuales: internet y la lengua inglesa. Aprovechémonos de ambas para facilitar el desarrollo de nuestro sistema educativo y así lograr una media de estudiantes competentes para los tiempos que se avecinan. Por último, me gustaría añadir que esta propuesta educativa centrada en los dos elementos mencionados puede ser un buen modo de generar inquietudes personales en los alumnos que puedan ser resueltas de manera más independiente que si lo comparamos con los métodos tradicionales de obtención de información.