9. Los valores del profesor

 Cuando pienso en los valores que debería tener un profesor, lo que más me preocupa es su relación con cada niño, adolescente o joven con el que trata en su día a día. El problema de la docencia como empleo en un sistema dominado por la producción es su facilidad para olvidar que trata con individuos radicalmente diferentes entre sí. Muchas veces el docente no puede evitar dirigirse a su clase como grupo homogéneo para poder ofrecer ciertos conocimientos. Sin embargo, si se olvida a los alumnos descarriados no podrá decirse de nuestro modelo educativo que sea inclusivo. Esto no tiene porqué ser un problema en sí mismo para el sistema, pues quizá no se busque que cada individuo destaque por aquellas capacidades que le hacen diferente, sino más bien crear eso que algunos llaman ciudadanos orgullosamente, refiriéndose a esclavos lobotomizados de un organismo fijo. Pero si hablamos de valores, si nos referimos a ideales, no podemos estar de acuerdo con esto. La libertad como valor fundamental de nuestra cultura debería representar la posibilidad de cada individuo para convertirse en aquello que él desee. Esto es algo que no puede conseguirse si a la oveja negra del grupo se la ignora o se la desplaza para conseguir que la mayoría sigan su trayectoria sin desviarse. Por ello, uno de los valores irremplazables del profesor debería ser la empatía hacia cada uno de sus alumnos. Una empatía que tenga como fin la inclusión del alumno al grupo, pero no a un grupo uniforme y semejante al escuadrón militar, sino uno en el que se respeten las diferencias.

Comentarios

Entradas populares